Alquiler de apartamentos y casas rurales en UNCASTILLO

Uncastillo es un municipio español de la provincia de Zaragoza perteneciente a la comarca de las Cinco Villas y al partido judicial de Ejea de los Caballeros, comunidad autónoma de Aragón. En 1966 fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y alberga uno de los más importantes conjuntos monumentales de Aragón. El término municipal de Uncastillo linda por el norte con los de Sos del Rey Católico, Petilla de Aragón, Isuerre y Lobera de Onsella.

La mayor parte de su término pertenece a la cuenca del río Riguel, afluente del río Arba de Luesia, a través de diversos barrancos, entre los que destacan el Barranco de las Anas, el Barranco de la Petilla o el Barranco de Baztanes: no obstante, una pequeña porción al nordeste del término (en la zona del castillo de Sibirana) desemboca directamente en el río Arba de Luesia, al igual que una parte del este de su término, destacando en especial el Barranco de Olid. El término es montañoso, especialmente en su zona norte, perteneciente a la sierra de Santo Domingo, encontrándose allí los montes de mayor altitud: Selva (1.159 m) y Cruz (1.132) en el límite con Petilla de Aragón, el Alto de Bañón (1.130 m) en el límite con Luesia; y Fayanás (1.128 m), en el límite entre Uncastillo, Luesia y Lobera de Onsella.

Sin desdoro de las manifestaciones artísticas de otras épocas, la riqueza patrimonial de Uncastillo se adscribe a dos estilos principales, que le confieren una destacada personalidad: por un lado, el románico pleno, del siglo XII, y por otro, el segundo renacimiento, del siglo XVI. Corresponden al estilo románico avanzado el extraordinario conjunto de sus seis iglesias, emplazadas las de Santa María, San Martín y San Miguel en el núcleo principal de la población, al pie del castillo, mientras que las de San Juan, San Felices y San Lorenzo se hallan situadas al otro lado del río Cadenas, en su margen derecha.

El otro momento histórico, no tan abundante en obras, pero igualmente notable, es el del segundo renacimiento, del siglo XVI, que por un lado aporta importantes ampliaciones y reformas en lasiglesias románicas de Santa María, en especial su claustro, y de San Martín, ésta además con excepcionales retablos de pintura, y por otro levanta de nuevo destacados monumentos renacentistas, del mayor interés artístico, como son la Casa Consistorial y la iglesia de San Andrés.

El arte y la historia son claros protagonistas en Uncastillo y quizás por ello su interesante entorno natural ha quedado siempre en un segundo plano. La contrastada altitud del término ofrece una flora diversa en la que predominan especies autóctonas como la carrasca y el quejigo o chaparro, junto a grandes áreas de pino repoblado. El chaparro es abundante en las zonas más frescas, principalmente en la sierra, acompañado de un estrabo arbustivo formado por boj y enebro. La carrasca predomina hacia el sur, donde los suelos más degradados se pueblan de matorrales como el coscojo, la aliaga y plantas aromáticas, entre ellas el romero, el espliego y el tomillo.

Son muchas las tradiciones que siguen vivas en Uncastillo. A lo largo del año se dan cita numerosos actos festivos en los que los uncastilleros muestran su carácter participativo, abierto y jovial. También, por otro lado, distintas asociaciones y colectivos de la villa trabajan activamente en la generación y recuperación del patrimonio cultural a través de publicaciones, exposiciones, muestras de artesanía, fotografía antigua, gastronomía, etc. Para poder disfrutar un poco más a fondo de todo esto, vamos a hacer un pequeño recorrido por las fiestas y el folklore de Uncastillo. Las fiestas patronales se celebran en honor a la Virgen de San Cristóbal en torno al 8 de septiembre.

Jamón de Teruel, Ternasco de Aragón, Borrajas, Aceite del Bajo Aragón, Vinos con Denominación de Origen... así de sugerentes suenan algunos de los productos que definen la gastronomía aragonesa. La rica despensa de Zaragoza se ha plasmado en nuestra gastronomía tradicional creando numerosos y exquisitos platos para todos los gustos. Así, en Zaragoza puedes encontrar una cocina simple y nutritiva, caracterizada por el uso de sus frutos y verduras autóctonos y los buenos vinos de la región. Cabe destacar los exquisitos productos que ofrece la huerta como pimientos, tomates, cardos, calabacines, cebollas, judías verdes, borrajas, etc. ingredientes fundamentales para la elaboración del pollo al chilindrón o el bacalao ajoarriero, estandartes de la cocina aragonesa.